Descubre por qué la protección de marca debería considerarse un elemento clave de cualquier estrategia empresarial en la economía globalizada.
Telegram es ahora la segunda aplicación de mensajería instantánea más utilizada en todo el mundo. La aplicación móvil y de escritorio basada en la nube ha atraído a más de 700 millones de usuarios hasta octubre de 2022, según el último análisis de plataformas sociales realizado por Kepios, We Are Social y Hootsuite (vía DataReportal.com). La popular aplicación se ha descargado más de 1.200 millones de veces a través de Google Play Store.
De hecho, este servicio se sitúa ahora como el octavo más utilizado a nivel mundial, sólo superado por Facebook, Youtube, Whatsapp, Instagram, WeChat, Tiktok y Facebook Messenger. A medida que aumenta su popularidad, también puede utilizarse fácilmente para actividades ilícitas relacionadas con la infracción de la piratería de contenidos (derechos de autor), el abuso de marcas e incluso la distribución de productos falsificados.
Su facilidad de uso la hace aún más atractiva. Tanto los usuarios individuales como las organizaciones turbias pueden crear canales o grupos (privados o públicos) impulsados por bots para ofrecer catálogos enteros de películas, programas de televisión, telenovelas, series, documentales, libros, revistas, periódicos en formato PDF o incluso software, al tiempo que utilizan los nombres y logotipos de las marcas, o sus campañas publicitarias gráficas/identificación como propias, lo que ha convertido a la tecnología antipiratería escalable en un factor esencial en la lucha para detener la piratería.
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Un caso típico de infracción de derechos de autor se puede encontrar fácilmente buscando los nombres de una determinada película, programa de televisión o serie, el título de un libro o palabras clave relacionadas con él. Encontrarás grupos o canales, la mayoría de ellos públicos que te llevan a otros privados, y entonces tienes la opción de ver directamente el vídeo, descargarlo en tu móvil o PC y/o hacer clic en un enlace que te llevará a un sitio web que aloja el contenido no autorizado, a veces con el riesgo de compartir tu información personal.
Cuando se trata de casos de abuso de marca, cualquier empresa, no importa si es local, nacional o global, puede ser suplantada por el uso de su logotipo o nombre para identificar a un grupo o canal o por la creación y distribución de posts que promueven servicios no autorizados (como IPTV, VOD, CCCAM, streaming a través de sitios web) y/o la venta de productos falsos/falsificados, pidiendo tu información personal o llevándote a dominios de sitios falsos que utilizan el nombre y la identidad gráfica de tu marca sin autorización.
Telegram se ha vuelto más receptiva durante los últimos dos años y ha empezado a eliminar grupos, canales y mensajes cuando las autoridades policiales, las empresas de lucha contra la piratería o las partes interesadas lo denuncian por correo electrónico, aunque cada vez es más necesaria una supervisión constante para una adecuada protección del contenido y de la marca. Detener la piratería es un reto importante, ya que es fácil que estos grupos y canales reaparezcan con otros nombres y vuelvan a estar activos.
Esta es una de las principales razones por las que la Comisión Europea incluyó a Telegram en su Lista de Vigilancia de Falsificación y Piratería allá por diciembre de 2020, debido al aumento de la detección de streaming ilegal, el intercambio de contenidos no autorizados a través de descargas directas o mediante enlaces a fuentes externas, así como la promoción de servicios de IPTV sin licencia y el uso no autorizado de nombres de marcas y logotipos en el proceso.
A principios de este mes, las autoridades italianas ejecutaron una orden de incautación contra 545 canales y ocho administradores de canales, según un informe de TorrentFreak. Cientos de miles de suscriptores obtenían acceso gratuito pero se monetizaban a través de referencias de sitios de comercio electrónico o sistemas de patrocinio.
En septiembre, el Tribunal Superior de Delhi (India) ordenó a Telegram que contribuyera a las medidas contra la piratería, exigiéndole que compartiera los datos personales de los usuarios que infringían los derechos de autor con los titulares de los mismos y, a pesar de las preocupaciones por la privacidad y las alegaciones de libertad de expresión, la decisión del tribunal se impuso, según un informe de Medianama.com.
Si eres un creador/propietario de contenidos, una emisora en directo o un propietario de marca que no ha oído hablar de las soluciones antipiratería, o que ha intentado detener la piratería sin el apoyo de la tecnología escalable de IA y aprendizaje automático, este es el momento de dejar de perder ingresos debido a la falta de protección de contenidos o marcas para tus activos digitales en línea, especialmente en Telegram.
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