Descubre por qué la protección de marca debería considerarse un elemento clave de cualquier estrategia empresarial en la economía globalizada.
El mercado gris se produce cuando se venden productos oficiales fuera de los acuerdos
de distribución que las marcas oficiales tienen con terceros. Aunque no se considera ilegal, deja a los propietarios de las marcas sin saber quién vende sus productos, en qué canales o territorios, en qué condiciones y a qué precio.
Monitorizar las ventas de productos a través de los mercados grises se está convirtiendo en un reto cada vez mayor a medida que el mundo digital continúa expandiéndose. Sin embargo, ¡no se puede subestimar su importancia!
El mercado gris puede producirse cuando un revendedor no autorizado comercializa productos oficiales sin el consentimiento del propietario de la marca. También se considera mercado gris si el canal de distribución utilizado para vender estos productos originales no ha sido aprobado por el propietario de la marca oficial. Esto puede incluir marketplaces o redes sociales conocidas.
Las situaciones de mercado gris también se crean debido al territorio en el que se vende un producto. Por ejemplo, cuando un revendedor tiene permiso para comercializar productos oficiales en Estados Unidos, pero no en Japón. Si este revendedor comenzará a vender en el mercado japonés, estaría rompiendo su acuerdo de distribución y se produciría una situación de mercado gris.
Estos revendedores, canales o territorios en los que se comercializan los productos oficiales pueden ser desconocidos para los propietarios de la marca. Los mercados grises a menudo ocurren en países donde la marca oficial no opera, lo que complica la monitorización del mercado gris y hace que sea un proceso abrumador para los propietarios de la marca.
Como ya hemos explicado, los productos del mercado gris son artículos auténticos que se venden a través de revendedores y/o canales y mercados no autorizados. Los productos falsificados, por otro lado, productos falsos diseñados para parecerse a los artículos oficiales mediante el uso indebido de la propiedad intelectual, como puede ser el nombre de la marca, el logotipo, los colores y el diseño. Los productos falsificados no son fabricados por la marca oficial y casi siempre están fabricados con materiales de menor calidad. Estas falsificaciones pueden suponer un peligro para el usuario final debido al uso de piezas o ingredientes no testados.
Las situaciones de mercado gris suelen producirse debido a que un revendedor autorizado intenta liquidar el exceso de existencias o las existencias de la última temporada, cuando terceros intentan deshacerse de productos en un intento de recuperar su inversión inicial, o incluso para deshacerse de productos que se han obtenido de forma ilícita o han sido robados.
También puede ocurrir cuando terceras partes hacen que el producto esté disponible en regiones o territorios donde no se distribuye oficialmente, esta técnica se aprovecha de las diferencias en el valor de las monedas, infla los precios y comercializa los productos a mayor precio.
El comercio del mercado gris se produce al margen de los acuerdos de distribución del propietario de la marca oficial, por lo que no es oficial. Sin embargo, en contra de lo que se piensa, no se considera ilegal ya que los productos que se comercializan son auténticos.
La venta de productos en el mercado gris ha aumentado considerablemente debido a la globalización. Literalmente, cualquier cosa puede venderse online, incluidas las materias primas, las prendas de vestir, los productos eléctricos, los productos de belleza e incluso los vehículos y sus piezas.
Una vez que el propietario de una marca distribuye los productos online, tiene poco control sobre dónde se venden sus productos. Esto es preocupante si tenemos en cuenta cómo las ventas del mercado gris dañan la relación entre los propietarios de las marcas y los distribuidores, poniendo en riesgo la reputación de los productos originales. Esto va en detrimento de las estrategias de venta y conlleva una posible pérdida de ventas e ingresos.
Se pierde el control en cuanto al precio al que se venden los productos, en qué cantidad, la calidad del servicio o en qué condiciones se encuentra el producto cuando el cliente recibe el artículo. Esto es muy preocupante si tenemos en cuenta que el producto está claramente marcado con el nombre oficial de la marca, dejando su reputación en juego.
Salvaguardar la integridad de la cadena de suministro debe ser el objetivo clave en la estrategia empresarial de las marcas, y las empresas deben poder confiar en sus socios comerciales. Sin embargo, aquellos distribuidores que buscan aumentar sus ventas e ingresos se ven atraídos por mercados nuevos. Por esta razón, una estrategia de monitorización puede ayudar a los propietarios de marcas a controlar toda su cadena de suministro, sobre todo cuando su marca tiene atractivo nacional e internacional y por ello trabajan con múltiples revendedores.
Los consumidores online se ven atraídos por la marca, las imágenes del producto y las descripciones que promocionan el artículo a un precio reducido. Esta bajada en los precios bajos se consigue comprando al por mayor y vendiendo individualmente, o comprando últimas existencias a precios de derribo.
Muchos consumidores no prestan atención a si un vendedor está autorizado o no , especialmente cuando se ofrecen descuentos tentadores. Sin embargo, la compra de productos fabricados en otros países en los que las normas de seguridad son bajas o en los que existen requisitos de etiquetado menos estrictos puede poner en peligro a los consumidores.
Por esta razón, los propietarios de marcas deben tomar medidas para educar a los consumidores en relación a dónde pueden encontrar sus productos a través de revendedores autorizados, y en qué canales están disponibles los productos legítimos. Esto puede lograrse mediante una lista de distribuidores autorizados que contengan enlaces directos a sus sitios web oficiales, o mediante campañas de publicidad.
La venta de productos oficiales de la marca, al margen de sus acuerdos contractuales, significa que no tienes control sobre dónde se venden tus productos (canal o ubicación), por quién y por cuánto. Esto puede tener graves consecuencias para tus ventas, tus ingresos y la experiencia de los consumidores al comprar tus productos.
Los vendedores no autorizados pueden estar vendiendo tus productos en los mercados locales (donde están tus revendedores autorizados) a precios más bajos. Esto perjudica inevitablemente las ventas de sus distribuidores autorizados, perjudicando tus ingresos, tu estrategia de venta y las futuras relaciones con tus proveedores.
Las situaciones de mercado gris que no se abordan en los nuevos canales o en los mercados extranjeros también pueden tener graves consecuencias para un futuro crecimiento. Puedes descubrir que tus productos se han distribuido sin tu conocimiento o consentimiento previo. Tal vez se hayan vendido a precios más altos o más bajos, o en condiciones que puedan perjudicar a tu estrategia comercial, dificultando así la expansión de tu negocio.
El riesgo de recibir críticas y valoraciones negativas debido a condiciones de venta no controladas es alto. Los productos pueden no cumplir con los requisitos del usuario final en determinados mercados, como por ejemplo idiomas no admitidos, ingredientes o medidas de seguridad. Todo esto puede repercutir en tus ventas y en la percepción que los consumidores tienen de tu marca y tus productos.
Supervisar varios canales es un proceso que requiere mucho tiempo y es complejo de gestionar en solitario, en gran parte debido al crecimiento del comercio electrónico y a la economía globalizada.
Nuestro servicio Smart Protection Gray Market supervisa y detecta los productos que se venden fuera de tus canales de distribución autorizados. Nuestro servicio apoya a los propietarios de marcas que tienen un modelo de distribución con restricciones contractuales de venta.
Nuestra tecnología identifica los casos de mercado gris existentes online y presenta a los clientes los enlaces correspondientes, los canales de distribución online y los nombres de los vendedores (autorizados y no autorizados), todo ello a través de nuestra plataforma segura.
Supervisamos más de 25 de los marketplaces más populares del mundo en busca de posibles infracciones. Nuestra plataforma tecnológica, combinada con nuestro equipo de analistas de ciberseguridad, es capaz de procesar enormes cantidades de datos en busca de:
Nuestros clientes reciben informes mensuales en los que se especifican los enlaces correspondientes, los canales de distribución online y los nombres de los vendedores, todo ello a través de nuestra plataforma segura y fácil de usar. Los datos también pueden filtrarse y descargarse desde nuestra plataforma en formato Excel.
En Smart Protection no nos limitamos a proporcionar información, sino que después de recopilar información sobre los canales y distribuidores online no autorizados, podemos emitir comunicaciones tanto a las plataformas como a los vendedores, solicitándoles que cesen las acciones ilícitas y retiren las ventas. Estas acciones son llevadas a cabo por nuestro equipo de expertos en tecnología legal y han demostrado ser un 70% efectivas. No obstante, si el asunto ilícito (o asuntos) continúan, puede emprender acciones legales adicionales utilizando las pruebas disponibles en nuestra plataforma.
Nuestro equipo de atención al cliente está disponible 24 horas al día, 7 días a la semana, para apoyar a nuestros clientes y resolver de manera rápida cualquier problema que pueda surgir a lo largo del servicio.